lunes, 6 de octubre de 2008

Ni.

Esto nadie lo lee. Lo cual me da cierta privacidad. Es genial, en cierto modo. Pero en otro, todo lo que uno escribe lo hace para que otros lo lean. No para que lo admiren, no. Para que sea leído. Confesarse en palabras no sirve si se queda sólo en un escrito que nadie contemplará, que nadie analizará. Es algo egocéntrico, quizás. O simple inseguridad. ¿Sobre qué? Sobre el estilo, sobre su opinión, sobre sí mismo.Cortar con tanta gente me hizo darme cuenta de muchas cosas. Y pasados ya unos cuantos meses puedo decir que extraño un poco su estabilidad. Si bien era enferma, algo que ya no está clama por regresar, sabiéndose imposible. Por otro lado, no me gustaría regresar a aquella época. Quisiera poder ver las cosas desde otro ángulo, quizás. Reencontrarme, como cuando uno deja el colegio (supongo, porque todavía estoy ahí).

Sí, uno extraña a sus ex-amigos, ex-amantes y demás. No sé, sucedieron tantas cosas junto a ellos... Aprendí tanto, me

equivoqué tanto, las vi tanto, las abracé tanto. Las quise tanto. Las amé tanto. Porque las amaba. Sí, como amigas, pero las amaba. Porque eran todo, eran mi círculo, mi mundo, mi gente, mis salidas, mis sonrisas, mis alegrías. Mis tristezas estaban, sí, y ellas sólo las ahondaban sin saberlo; pero creo

que lo hacían de buena fe, el intentar ayudarme desde su posición tan parecida a la mía. Tan desastrosamente, dolorosamente, horrorosamente cierto es el hecho de que nuestro querer no fue suficiente para crecer juntas.Yo crecí para un lado, ellas para el otro. Como cuando uno descompone una fuerza diagonal y nota que es una sino dos fuerzas las que actúan.

Para vos, Magui. La que estaba más cerca, más unida, hasta cierto punto. Sé que no fue tu culpa, que eras (y sos) chica y calentona. Pero no creo que comprendieras hasta qué punto Ann significaba lo que significa para mí. Lo amaba, y vos sabés bien que lo hacía. Pero vos no lo amabas. O lo amabas como ama una chica de 14 años que acaba de empezar su vida. Muy subida al caballo, corazón, a veces. Pero eso no te lo pude decir nunca, porque con el tiempo iba a ser justificado, aunque ni en ese momento ni ahora lo es todavía. Viví con vos cosas que con nadie. Me reí como con nadie. Boludeabamos como pendejas. Y probablemente tener la relación que tenía con vos era solamente una excusa para no crecer. Espero que nos veamos de nuevo alguna vez, dentro de años. Porque sé que sos buena persona, lo sé, lo creo fervorosamente. Y el tiempo hace lo suyo en cada uno de nosotros. Te va a ayudar.

Lía, Dani, lo que sea. Nos peleamos por una relación estúpida que tenías con Cut, Olivia, Gyn, Regina o lo que sea, cómo sea que se llame. Estúpidamente, sí. Necesitaba cortar con eso. Corté con Magui, corté con vos. Fue sistemático, diría. No podía soportar la idea de tenerlas tan separadas a ustedes, casi como extrañas. Vos haciéndola medio mierda a ella, en cierto punto, y ella hasta molestándote a veces. Te creías superior, quizás lo seas en ciertos puntos, pero tu actitud me molestaba de vez en cuando. Loca o no, siempre vas a ser esa amiga con la que compraba cosas de compulsión y coleccionaba mangas y comía pan relleno. Me guardaste tantas cosas... Tantas te guardaste, que creo en cierto punto que eso fue lo que minó la relación y no otra cosa. Mi vida, si querías hablarme de tus problemas, lo hacías y punto. No creo haber sido ni ser una persona cerrada, aunque según vos sea una careta, una estúpida, una desertora. No, las cosas son grises y los extremos no existen. Voy a extrañar compartir salidas al teatro con vos, tomar vodka con jugo a la noche e ir a

visitarte a La Plata como si fuera una salida cualquiera. Cada vez que estoy en el centro y veo el 129 me acuerdo y me dan ganas de tomarlo, con la certeza de que no vas a estar en la terminal, ni yendo para allá y llegando tarde como de costumbre. No voy a poder mandarte un sms para decirte que extraño a Ann (cosa que ya no pasa sino en ciertas madrugadas) solamente para que no lo contestes después alegando que no te llegan, como hacías con Magui. Sos algo egocéntrica, deberías admitir. Aunque nos llamáramos todos los días para ver cómo estábamos y boludear, vos nunca me hubieras dicho todo lo que te pasaba ni cuán mal estabas. ¿Protegerme? No. Querías guardarte cosas para vos, un mundo al cual no tenía acceso. Solamente para después poder reclamarme cosas irreclamables.

Yi, Lo, Ayi. Jajajaja, creo que lo que viví con vos nunca me va a pasar con nadie más. Ni mujer, ni hombre. Mi cuarto no es el lugar para esas cosas, recordame si alguna vez te vuelvo a ver. Te quiero todavía y te extraño. La más colgada, la que menos veía y menos vi. Pero no quita. Con vos no me peleé y yo fui la que le erré infinito al eliminarte, bloquearte y no volverte a hablar.

Fue todo culpa mía, a veces pienso. Pero insisto en que "culpa" no es la palabra, sino "responsabilidad" y mi parte la asumo. No cambiaría nada de lo que viví con ustedes, ni voy a dejar nunca de quererlas. Mi corazón tiene espacio para guardar su lugar intacto. No sé si para que vuelva, porque vuelvo a denotar la imposibilidad del hecho, sino quizás para recordarlas, revivirlas y repensarlas como una buena época y no una oscura. No quiero guardarme lo malo y amargarme, porque tampoco sería justo. No puedo decir que no saqué nada de ustedes, como tampoco que ustedes sacaron nada de mí. Nos quisimos, por un tiempo que pareció una vida (nuestra costumbre de jurar cosas a futuro, de pensarlas infinitas, y luego quemarlas. De vivir la vida a las apuradas, como ciegos en un desierto). Quizás no fue suficiente, pero las cosas se dieron como se dieron y ya no hay quórum para cambiarlas. No hay vía lógica para hacerlo sin retractarse. Y no voy a retractarme de nada, al menos hasta que deje de adherir con mi pensar. Perdono todo lo que me hicieron sufrir, espero que sea recíproco, porque sé que les dolí en algún punto; y espero no haber quedado marcada como una víbora malvada, sino como una persona, una amiga, una compañera. De esas que no vas a olvidar. Porque no las voy a olvidar, por más cursi y estúpido y a promesa falsa que suene. No sé si será así de por vida, no sé si dentro de diez años recordaré sus nombres, sus apellidos, sus historias de vida. Sólo sé lo que ahora siento y percibo y percibí y sentí y eso mismo expreso, como una yugular sangrante.

Lo que más lamento, chicas, es nunca haberles dicho Adiós.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hiciste llorar, la puta que te parió (literal)


No sé, chau

Anónimo dijo...

a mí también me hiciste llorar.

kñdaklñsd

hace un rato estaba haciendo una chocotorta par ami hermano, por su cumpleaños y me acordé de vos y dklñasklñd,
yo sé que no se puede recuperar lo perdido, pero necesito volver a verte.

por otro lado,c uando vi tu fotolog, pensé en el título del blog y dije, ja, leyó el libro, tengo qe devolverle los suyos y pasaba solo para decirte eso, que si te iba a devolver los libros alguna vez y descubrí que hablabas un poco de mí.

te amo. y cuando hablo de vos, así sea para contar alguna boludez que hacíamos, no sé cómo llamarte, porque no sos simplement euna conocida, tampoco una amiga yd ecir ex-mejoramiga suena bastante mal y cada vez que lo pienso me duele un poquito.

yo también amaba a ann, te aseguro que sí, pero viéndolo para atrás, valías más vos que él.

yo sé que no se puede volver a lo de antes, proque cambiamos,p orque el tiempo, porque la vida, pero quiero verte. y me encantaría que las cosas queden bein, que qué sé yo, que una vez cada tanto nos juntemos a fumar un puchito y charlar un rato.

necesito tanto tanto tanto verte.

Dan Iffig dijo...

Hay que saber escuchar a aquellos que saben(sabemos) ver y entender más allá del tiempo, de los tiempos, de las circunstancias, de las personas. De lo mundano.