lunes, 9 de noviembre de 2009

Ser.

La perorata de sinsentidos no suele fluir muy de vez en cuando. Es más probable que no fluya at all, in fact. O sea, no es que no quiera salir, sino que uno se acostumbra a reprimirla brusca y horriblemente. Es que es muy difícil aguantarse las ganas de tener ganas de vomitar letras. Y las letras, caprichosas, no forman palabras cuando salen. Se unen en clusters, como en los sentidos altos de escorpio. Se fusionan, son una con la que sigue y con la que les precede. Son tantas, tantas que abruman al que las mira. Todas hermanas, todas hijas, todas huérfanas, todas solas. Porque son más en sí mismas que con la otra. La complementan, sí, no pueden ser sin la que sigue, pero sí pueden ser solas; aunque suene a contradicción.
Aunque suene a que no tiene sentido.

Y con nosotros pasa algo parecido. Porque somos individuos pero en el otro somos más fuerte que en nosotros mismos. Nuestra esencia es, entonces, algo que trasciende de nosotros, de nuestro yo físico, de nuestro espacio en el plan universal. Somos nosotros, sos vos, soy yo, pero somos nosotros.
Y sin embargo, ese nosotros no suena más importante que ese vos, ese yo. Ese yo, ese vos.
Somos, claro, uno. Pero somos dos.

Uno. Qué linda palabra.

sábado, 8 de agosto de 2009

Primero lo primero,

There are things in the past you don't wanna talk about. You don't wanna think about. In your mind you don't mention them, you try and forget them. But you know they're still there. You know they'll never leave you, they'll stick with you till the end of your damned life. Those things... They are your curse, you know it. Yet you are made of them, they are you in a twisted kind of way.
They are me. They are both of us.

Es raro, digo. Sentirse bien para variar. Saber, tener la certeza, sentir dentro tuyo que los cables con los que habías cocido los cortes se desintegran, que tu cuerpo los come, se vuelven uno. Que lo que perdiste no lo perdiste porque sí, lo perdiste por razones valederas y los abrazos no los diste porque venían besos detrás.
La melanco pega de vez en cuando, no lo voy a negar. Pero es mi naturaleza depresiva la que lleva a eso. Es lógico, es entendible. Esa tristeza repentina y sin razón que te toma las entrañas y las retuerze, esa, esa ya no está. No. Ahora puedo recordar y ser feliz, ser completa, con esos recuerdos. Ahora puedo mirar a alguien a los ojos y volcarme sobre él, ser uno con él.
Las circumstancias de la vida ayudaron, sí, pero no son la única razón por la que hoy el agujero existencial que era mi vida y mi ser se cierra. No es la única ni la más importante. Volver a terapia me haría bien, sólo para poder cerciorarme de mi cambio, de la vuelta de tuerca que le di a las mis alas para que no se cayeran más.
Hay muchas cosas que debo aprender, sí. Hay mil cosas que no funcionan aún por mi inmadurez, por darme cuenta de cúan pequeña soy... y que a la vez soy el mundo de otro alguien, como ese otro alguien es el mundo para mí.
Como soy, como es, como será. Como se puede ver a leguas podrá ser y será hasta que... Hasta siempre. Y ese siempre suena duro, suena intransigente, suena como no debería sonar una palabra, pero es. Y ese es, es lo que me mata y me revive, lo que me hace despertar a la mañana. Esa promesa que yo nunca me atrevería, nunca querría, nunca podría romper. Y sólo queda ver, esperar, mirarte y sentir que la vida no es suficiente. Que, al fin, la vida no es suficiente.

The blood, running. The eyes, they stare. The heart, it pumps. And the skin, burns. I don't wanna be saved from those memories, I don't want them gone. I need them, you need them. That past, that history, is what will keep us going forever. It's not the fear of loosing each other, it's not the fear of returning to loneliness, the fear of the life up ahead, the fear itself it's not. Life will go on, we'll go on together.
Time will then, prove, both of us wrong. Not a chance in hell I'll give you up, ever. Not a chance in hell you'll stay with me forever.

viernes, 8 de mayo de 2009

Things that cross someone's mind at 2 o'clock in the morning after 5 months of nothingness.

La gente a veces llega a molestarme mucho.
Y hablo de la gente, no de la gente.
Es difícil de explicar.

Me pregunto cuál será el porcentaje de gente como vos que hay por ahí. Posta, porque no puedo creer lo que fue y lo que es y lo que ya no es ni nunca fue. No lo entiendo, básicamente porque no hay un punto de relación entre nosotros. Vos sos como sos y yo soy como soy. Si tanto tenés, andá y reclamalo, pero no vengas a proclamar territorio, exigiendo impuestos, cuando en verdad lo único que querés es romper bien las pelotas. Sos triste, boludo, tristísimo. Pero más triste es el darme cuenta de que por un momento, un pequeñísimo momento, mi ingenuidad me ganó por afano.

No es que haya estado contenta antes, un divertimento, eso fue y nada más, pero la dignidad vale más. O al menos, mucho más que vos. El precio era muy alto, chabón, date cuenta y dejá de chorear. Porque, de onda, la inflación pega más en otros lados o mejor dicho en otros productos.

Simplemente quisiera... Quisiera que no fuese tan difícil.
But life's what it is, changing it wouldn't turn out in anything but an empty space where once was matter. And matter, it changes. Like the river flows, it changes. Soul and matter are very much alike, kid, you could figure that out by yourself.
Or perhaps doctors are just not what they seem.

Doctors, such as yourself, and my grandmother are simply the same if you come to think about it. Indeed, a tight bond, I must say. Or shall I point it out as stupid?
Yes, you can be counted in that category.

By far.

I've learned much, kiddle, yup. But I've runned out of patience.

martes, 14 de abril de 2009

Los anteojos distorsionan la vista.

Este, lamentablemente, ya no es (si alguna vez lo fue) un lugarcito privado donde poner un par de cavilaciones sin sentido que se me ocurriesen sobre la marcha.

La verdad es que me siento condicionada. Pero qué quisquillosa que soy... Primero me quejo porque escribir y no publicar es como no escribir y después, cuando tengo un pequeño público, me quejo porque me falta privacidad.

Es esa contradicción lo que hace a todo esto divertido, o al menos satisfactoriamente interesante.

Volvamos al tema que no nos compete, y que en verdad hemos tratado y retratado a través de toda mi vida.

Es que estoy cansada y cuando tengo tiempo me pregunto por qué estoy cansada. Ya me repetí millones de veces que... tengo que aguantar. Tengo que bancarmela. Porque soy un bicho raro y no merezco nada de aquello que podría desear ni nada de aquello que todo el mundo tiene y todo el mundo consigue. Esas pequeñas cosas que hacen a una vida feliz, a una vida plena. Por eso siempre me digo que lamentarme por ello no va a llevar a nada, que mejor resisto y así por lo menos no voy a ser tan patética.

A veces me pongo a llorar en el subte y a veces en el tren. En el bondi no porque es como más... personal, no sé si me explico. Pero ahí me doy cuenta de que todo el mundo tiene sus problemas que yo hago mares de charcos y que soy una reverenda pelotuda por pensar siquiera por cinco minutos que estos dos, tres, años no han hecho ni un rasguño en mi pintura.

La verdad es que terminé abollada y en necesidad de reparación inminente, pero creo... espero... deseo... tengo la esperanza de que no haya sido en vano. Que haberme lastimado, que me hayan lastimado, haberme caído, que me hayan empujado, que todo eso haya servido para algo. ¿Para aprender?
Pero en la vida las cosas no se aprenden, las cosas solamente se recuerdan. Y lo que no podés recordar, o se te escapa de la memoria, es tu karma.
Cuántos karmas que tengo, la puta madre.

viernes, 3 de abril de 2009

Tainted (Love)

Uno va por la vida con la diminuta esperanza de poder sobrevivir. Como una mosca volando sobre el asado o una cucaracha reptando en la oscuridad de una cocina sucia. Buscás encontrar, encontrarte. Desesperado, desesperanzado y roto, ajado. Los años, los meses, los días... Las horas pasan. Tu vida pasa volando entre viento y viento del séptimo piso y vos solamente la podés mirar sin mirarla y tirar la colilla encendida a la calle.

Es hasta lunática la manera en la que seguimos las huellas de aquello que sabemos está ahí pero no está ahí. Esperándonos quizás, o encamándose con otra (u otro, qué sabe uno), o saltando de definición en definición de una edición vieja y descontinuada del diccionario de fonología.

Como los libros, vencemos. Tenemos una vigencia, un auge, una vida, para hacer lo que se nos cante (si es que en verdad podemos) o para ojear los estantes sin encontrar nunca algo que nos deje satisfechos.

Más que de excesos, la vida se trata de carencias. Todo se resume a carencias, todo. Los vicios, los pensamientos, la tostada del desayuno o la nueva pelotita de golf premium nosécuánto. Y esas carencias terminan comiéndolo a uno, sin que se pueda reaccionar. Uno sigue formando parte de los voyeurs y a la vez siendo el protagonista de la masacre, porque no te cansás de ver cómo le arrancan un brazo al de al lado o cortan en dos al otro.

Cuando te llega tu turno, tus piernas tiemblan y tu corazón se acelera. Todo se resume a ese momento de gloria, cuando nos terminan de despedazar y quedamos hechos un girón de desechos, suciedad, ideas y esperanza.

jueves, 26 de febrero de 2009

Mother Earth's a Whore.

Haría lo que sea para estar al lado tuyo.

Eso incluye muchas cosas, entre ellas no mentirme a mí misma, aunque es algo que me guste mucho.

Haría lo que fuera por una esperanza que no muera. Una estrella inmortal.

Pero esas cosas no existen, como tampoco existen los sueños no frustrados y la gente que los cumple.

Haría lo que fuera porque me vieras diferente.

Pero cuando se es chico, se es chico, y no hay nada qué hacerle.

haría lo que fuera por ver las cosas de otra forma y no tener que replantearme cada dos pasos si es el camino correcto - haría lo que fuera por ser otra persona menos estúpida y más normal con algo de materia gris en la cabeza y un poco de vacío en el corazón - haría lo que fuera porque mi carne se convirtiera en plomo y hundirme hasta el Titanic navegando sueños por el fondo más profundo del mar - haría lo que fuera por ser otra, otra que... otra que quieras, lo que sea que prefieras. Yo daría todo.

domingo, 22 de febrero de 2009

Solitary Ground.

Living at different places. Evading into various spaces. My compass has broken, I'm losing the way. An ongoing madness has led me astray. My past breathes down my neck and it seems now that all I can do is go back to beginnings when all lay ahead. A fading illusion now plagues me instead. I follow elusive paths... Oh, it seems they've been written in stone. And the door to a new life is closing so fast. Burning the bridges will not bring me back.

I know that in me there's still a place that fulfils me. A sanctuary here that I call home, where I run to when winter descends. If I try, can I find solid ground?

Or am I just wasting time?

viernes, 6 de febrero de 2009

Life's more painless, for the brainless.

Está bien, no soy la mejor persona del mundo. Lo sé, y no pretendo serlo tampoco. Pero no soy malvada, ni maquinadora, ni manipuladora, ni una mala persona, en fin.
Soy olvidadiza, colgada, todo lo que quieras. Pero no soy mala.
Quiero cortar con relaciones que nunca fueron, sí, eso no me hace mala.
Me siento sola a pesar de los... ¿cuarenta? amigos que tengo (conteo realizado a partir de la fiesta que tuve que organizar), eso no me hace mala tampoco.
Soy criticona, gracias al ambiente en donde crecí (léase Devoto High School, yuck), eso no me hace mala tampoco.
Seré superficial de vez en cuando, juzgo también, dadas ciertas circumstancias soy detestable.
Pero... ¿eso me hace indeseable?
No sé.

A veces quisiera cosas que las personas no pueden darme.
Como que vos fueras más expresiva, o un poco más profunda.
O que vos no te dejaras tanto, que pudieras crecer de otra manera.
Que vos dejaras de ser tan terca, y vos tan terco.
Que no seas tan infantil.
Que decidieras, o me dejaras ser.
Que vuelvas, sin tantos rayitos en tu CD.
Que no fueras tan... débil, quizás. No sé en qué palabras ponerlo.

Pero yo quisiera ser no tan demandante.
O no esperar tanto de la gente, es decir, no pretender lo ideal.
Porque no soy ideal, lo sé.
Deal with it, as I have to deal with all your stupidities. All of you, friends of mine.

Nothing matters, but knowing
nothing matters
is just life. So keep dancing through.

And the strange thing, your life could end up changing, while you're Dancing Through Life.

sábado, 31 de enero de 2009

Get the Moonlight out of your hair.

A veces pienso que el desengaño es una actividad común de cada día. A veces pienso que el desengaño no es más que un artilugio de nuestra mente, ya que cuando nos enteramos de algo que contradice un conocimiento pretérito, no es otra cosa que un descubrimiento de verdades.
Existen sólo las verdades o sólo las falacias y nada es completamente cierto y nada es completamente mentira.

Quizás una mentira piadosa sea un laberinto de lágrimas ensangrentadas que lloramos internamente. Porque es más fácil engañar que dejarse ver. Y es mucho más fácil vivir engañados que mirar a las estrellas a la cara.

Cuando el viento sopla, y supla fuerte, no queda nada más que un vacío terrenal en donde uno cae como si hiciese bungee jumping.

-Quisiera poder vivir en la verdad y no en la mentira- se dijo Julieta, entonces. Julieta, que usa palabras simples y siempre sueña. Sus sueños son mentiras, ella lo sabe, y sus palabras tienen sueños entretejidos en la ropa que llevan. Las letras danzarinas se le ríen mientras salen de su boca, aunque ella no podría estar más seria.

Juli es muy infantil. Pero si bien Juli no es más que un puñado de aire esperanzado, quizás esconda más cofres arqueológicos que yo. Que yo, oh, yo que sólo respiro agua estancada.

viernes, 9 de enero de 2009

"You earned this on the street?"

Uno cierra el bolso y suspira. Ya todo está listo para partir, para agarrar ese tren, ese avión, para subirse al auto. Te sentís feliz, contento.
Pero te sentís triste.

Vas a un lugar nuevo, a relajarte, a leer, a pasarla bien con tus amigos, a joder, a separarte de la ciudad, a no tener que soportar a tu mamá girando por la casa, a tranquilizarte, a fumar menos (o más), a morir un poquito más lento.

Pero dejás tu casa, tu seguridad, tu computadora, tu vida la ponés en el freezer. Y vos tenés ganas de quedarte, quizás, de seguir normalmente con tu día a día rutinario y a la vez impredecible.

Dejás atrás los dolores de cabeza y te tirás a lo desconocido...

Todo, ¿por qué? Todas las molestias, ¿tienen algún sentido? El dinero gastado, ¿lo vale?

Quizás sí. Quizás... te ayude.

sábado, 3 de enero de 2009

Retórica.

Era una chica de metal. No un robot. Una aleación de hierro y zinc, partes de acero y un motor que la hacía funcionar.
Caminaba como cualquier otro, respiraba, comía, bebía. Se podría decir que vivía. Su creador sólo se olvidó de conectarle el sensor táctil. Un simple detalle que puede arruinarle la vida a una persona, ¿vio usted? Ya que uno la acariciaba y ella ni siquiera notaba que uno se encontraba a su lado. O quizás podría usted besarla que ella tampoco mostraría ninguna reacción aparente.
Era muy hermosa, ella, como cualquier persona armada podría ser. Correspondía con los estándares de belleza de aquella época en donde vivía y era, por sobre todas las cosas, muy inteligente. Ya que, claro, usted verá, era una máquina y no un humano.

Pero a veces, las máquinas se asemejan más a un ser viviente de lo que uno pudiera imaginar. Esto traía confusiones entre todos aquellos que la rodeaban, léase gente que pasaba por la calle, compañeros de la vida, familia y etcéteras. Ella a veces parecía tener más optimismo y ganas de vivir que la gente que la rodeaba. Esto la hacía preguntarse, gracias a su impresionante capacidad de raciocinio, por qué ella nunca se sentía cansada (mientras le durara la batería) o por qué no sentía la necesidad de alimentarse, si bien lo hacía, o por qué ella tenía la capacidad de nunca desanimarse ni enfadarse.
Ni sentir nada para lo que no estuviera programada.

Y fue entonces cuando decidió que iría a pedirle a su padre que le programara para poder sentir de verdad.

-Nunca fue un problema para ti no tener sensibilidad epidérmica, mi vida.

Ella, sin quitar su sonrisa, respondió sentándose en su regazo y abriendo muy grandes los ojos.

-Quiero poder sentirme cansada, sentirme desanimada, papá. Quizás no sea muy agradable, pero creo que esa es la mejor manera de poder comprender a mis amigos y a la gente que me rodea.

El mecánico frunció el ceño y su rostro se nubló.

-No puedo concederte ese deseo, pequeña-. La besó en la frente antes de bajarla nuevamente al suelo y salir de su despacho.

Y ella se quedó parada allí, observando como el sol tardío derramaba sus rayos sobre sus ropitas. Quisiera haber podido deprimirse y llorar, quisiera haber podido no sentir tantos deseos de seguir intentando, por todos los medios, conseguir un corazón que le permitiese sufrir y, por ende, amar.