A veces pienso que el desengaño es una actividad común de cada día. A veces pienso que el desengaño no es más que un artilugio de nuestra mente, ya que cuando nos enteramos de algo que contradice un conocimiento pretérito, no es otra cosa que un descubrimiento de verdades.
Existen sólo las verdades o sólo las falacias y nada es completamente cierto y nada es completamente mentira.
Quizás una mentira piadosa sea un laberinto de lágrimas ensangrentadas que lloramos internamente. Porque es más fácil engañar que dejarse ver. Y es mucho más fácil vivir engañados que mirar a las estrellas a la cara.
Cuando el viento sopla, y supla fuerte, no queda nada más que un vacío terrenal en donde uno cae como si hiciese bungee jumping.
-Quisiera poder vivir en la verdad y no en la mentira- se dijo Julieta, entonces. Julieta, que usa palabras simples y siempre sueña. Sus sueños son mentiras, ella lo sabe, y sus palabras tienen sueños entretejidos en la ropa que llevan. Las letras danzarinas se le ríen mientras salen de su boca, aunque ella no podría estar más seria.
Juli es muy infantil. Pero si bien Juli no es más que un puñado de aire esperanzado, quizás esconda más cofres arqueológicos que yo. Que yo, oh, yo que sólo respiro agua estancada.
1 comentario:
vamos a rodar, mi vida.
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